Razones para retrasar el uso del móvil: proteger la salud mental




Regular el uso de las redes sociales Recientemente, los medios se están ocupando de los efectos nocivos que las redes sociales producen en un sector vulnerable de la población, como son los niños y los jóvenes. El tema preocupa a toda una generación de padres y madres que en ocasiones han puesto en marcha iniciativas comunes mientras la edad de inicio de uso se va adelantando. Las redes sociales son además un negocio. En 2021 la ex empleada de Facebook (ahora Meta) Frances Haugen, fundadora de la ONG Beyond the screen, hizo públicos en 2021 21 000 documentos internos de la compañía que demostraron que los ejecutivos de la compañía eran conscientes de los daños a la salud mental de los jóvenes y la distribución de informaciones falsas y otros contenidos que alientan la violencia. Esta denuncia ha desencadenado un proceso judicial en Estados Unidos de recorrido incierto. El pasado 24 de octubre, las fiscalías de 41 Estados presentaron una demanda conjunta contra Meta (matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram) por desarrollar productos adictivos para los jóvenes, especialmente diseñados para enganchar a los menores de 13 años “y disparar los ingresos corporativos” del gigante tecnológico. 



Adicciones y salud mental Algunas voces son muy tajantes al respecto: dar a un niño o a un adolescente un teléfono móvil cuando tiene poca capacidad de autocontrol es como dejarle una raya de cocaína en su mesa de estudio. No implica que todos los niños que usen dispositivos digitales acaben enganchados, pero, sin duda, aumentan las posibilidades de generar una adicción. Las adicciones comportamentales, en particular aquellas vinculadas a los dispositivos digitales (adicción a las redes sociales o a los videojuegos, por ejemplo), tienen todos los componentes propios de cualquier otra adicción, como ha descubierto la investigación del doctor Herradón sobre consumo de alcohol en adolescentes. No todos los “usos abusivos” suponen una adicción, aunque la puerta de acceso a toda adicción está en el uso abusivo. En el caso de los smartphones, si no es posible garantizar unas normas de uso es preferible que los menores no dispongan de estos dispositivos hasta que adquieran la capacidad de gestionar el tiempo.





Signos de alarma


¿Cómo detectar que el uso del móvil empieza a ser abusivo? Algunos indicios pueden ayudar a detectar conductas adictivas, por ejemplo:

  • Niños que dejan de salir al parque para estar conectados con la excusa de que allí están otros amigos.
  • El uso de las pantallas en cualquier momento disponible “de descanso”, es decir, solo las dejan obligados por el estudio.
  • Querer volver antes a casa de cualquier plan para conectarse.
  • Notar que prefieren el móvil a la práctica de sus aficiones favoritas.

El problema es que este proceso es paulatino, y no siempre es fácil darse cuenta del momento en que la salud empieza a verse afectada.

FUENTE: THE CONVERSATION

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